1 de marzo de 2009

i n s u p p o r t a b l e



Las palabras que te escribí fueron brutales, pero no son nada comparadas con la violencia de tus humillaciones, de las mentiras, las medidas palabras, las tomadas de pelo interminables. ¿Qué puedo esperar yo de ti? Bueno, ahora, por primera vez, ya no deseo nada y es que a esta rabia de ahora le precede un lento desamor, que se convierte en desprecio a cada segundo. Desprecio tu debilidad, tus inconsistencias, tu falta de carácter, tus engaños y tus auto- engaños. Siento que nunca lograrás ser hombre de verdad. Tus palabras dulces me suenan ahora repugnantes. Tu eterno coqueteo me parece infantil. Tus humillaciones no tenían nombre ni medida, siempre haciéndome esperar como un perro hambriento, siempre yo en segundo lugar o en último.
Todas las veces que me diste esperanzas para luego desaparecer...sin siquiera una explicación, como un niño enfermo, jugando a las escondidas...que perversidad. Todas las veces en que " sutilmente" me echaste de tu casa, porque no era lo correcto, ¿Por qué?, ¿De que estaba sucia yo?, ¿ En qué me convertía ante tus ojos? Tantas veces me hiciste sentir la encarnación de lo malo, del pecado, ¡Qué ideas tan retorcidas!. Bien, no sè como pude estar todo este tiempo haciéndome tanto daño. Te culpo. Eres un ser humano INSUFRIBLE

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