11 de marzo de 2009
S o n r i s a
4 de marzo de 2009
J e u D a n s T e s M a i n s
Mirame solo, dejare todo
llevame de aquí
Cuenta una historia
de sueño y fobia
yo seré quien pondrá el fin, por ti.
Juego en tus manos
y en el sol vago,
sienteme morir.
Pasan las horas
sigueme sola
puede que no deba sonreír.
Podría ser que tu placer
me lleve a desaparecer
o volveré a vivir.
Juego en tus manos
y en el sol vago,
sienteme morir.
Cuenta una historia
de sueño y fobia
llevame de aquí.
Pasan las horas
sigueme sola
puede que no deba sonreír
Podría ser que tu placer
me lleve a desaparecer
o volveré a vivir.
Juego en tus manos
y en el sol vago,
sienteme morir.
Juego en tus manos,
Juego en tus manos.
3 de marzo de 2009
D a n s * s o n* r i r e* j e* t e* v o i s
A veces presiento que mi alma esta en sombras
entonces me inclino te beso y hay luz
y me salen lindas palabras muy tiernas
sonrío y me digo: Esto es el Amor
Recuerdo que una tarde descubrí que tu pelo
olía como huele la flor de un limonero
hurgando en tu mirada yo supe que había cielo
y mi boca en silencio murmuró una canción
Y le canté al milagro de saber que me quieres
y le grite a la gente que el Sol se te parece
y que nada me importa ni el clavel ni la rosa
y que la primavera pasa sin que la vea
Porque lo abarcas todo hasta el placer que ignoro
y el aire que respiro no me sirve de alivio
sino siento el aliento de tu boca en mi boca
y si veo algún niño mientras fumando espero
le digo que es muy lindo y en su risa te veo
1 de marzo de 2009
J e N e S a i s P a s P e r d r e
Me siento enfrente suyo, lo miro fijo.
Él me esquiva acomodando alfiles y torres sobre el tablero.
Debajo de la mesa, mis rodillas tiemblan.
Se lo pregunto de nuevo y responde que nada. Pero me niego a creer que el odio que siente por mí no tiene un motivo. Aunque lo niegue, aunque mienta, por más que jure, sé que me odia. Lo presiento.
Avanza un peón que hace correr el tiempo en mi contra. Las piezas esperan alineadas, todas negras, y yo que no puedo dejar de pensar en mi pregunta. Y la hago otra vez; la digo con firmeza, con voz amenazante, aunque más amenazantes parecen mis puños que se cerraron de pronto sin darme cuenta.
Dice que mueva, que deje de preguntar. Me desafía a que juegue, que para eso hemos venido.
Salta mi caballo sobre la línea de defensa y lo observo. Me muerdo la boca, me laten las sienes, es que adivino en sus ojos esa burla escondida. La satisfacción estúpida que le provoca guardar su secreto. Un brillo distinto, azulado, que estalla justo en medio de cada pupila. Sé que se está riendo por dentro.
No me contengo más. Le grito, le exijo, demando una respuesta sincera. Barro con un manotazo las piezas del tablero, las mías y las suyas, todas caen de la mesa desparramándose por el piso.
No se lo ve asombrado, no se ha movido de la silla siquiera.
Me enfurece más todavía, porque yo misma no puedo creer lo que estoy haciendo, y él pareció adivinarlo. Respiro hondo y cuando pienso que voy a serenarme, me encuentro hundiéndole la cara con un solo golpe de mano llena.
Me congelo, no quiero ni mirarlo, doy media vuelta y desaparezco tras la puerta, rumbo a la calle. Escalera abajo escucho una risa que viene mezclada entre palabras. Es él, que confiesa; que dice que me odia porque no sé perder.
i n s u p p o r t a b l e
Las palabras que te escribí fueron brutales, pero no son nada comparadas con la violencia de tus humillaciones, de las mentiras, las medidas palabras, las tomadas de pelo interminables. ¿Qué puedo esperar yo de ti? Bueno, ahora, por primera vez, ya no deseo nada y es que a esta rabia de ahora le precede un lento desamor, que se convierte en desprecio a cada segundo. Desprecio tu debilidad, tus inconsistencias, tu falta de carácter, tus engaños y tus auto- engaños. Siento que nunca lograrás ser hombre de verdad. Tus palabras dulces me suenan ahora repugnantes. Tu eterno coqueteo me parece infantil. Tus humillaciones no tenían nombre ni medida, siempre haciéndome esperar como un perro hambriento, siempre yo en segundo lugar o en último.
A u R e v o i r M o n A m o u r
¿Te decepcioné o fallé?
¿Debiera sentirme culpable o ser juzgado?
Pues vi el final antes de que empezáramos,
sí, te vi cegada y supe que yo había ganado.
Así pues tomé lo que con derecho era mío.
Me llevé tu alma a la noche
puede que todo acabara, pero no pararía ahí,
estoy aquí para ti si es que tienes interés. Tocaste mi corazón y mi alma,
cambiaste mi vida y las metas de mi vida.
el amor es ciego, y eso lo supe
cuando mi corazón se cegó por ti.
He besado tus labios y sostenido tu cabeza,
compartido sueños, y compartido la cama.
Te conozco bien, conozco tu olor,
he estado adicto a ti.
Adiós mi amor,
adiós mi amiga,
Has sido la única,
Has sido la única para mi.
Soy un soñador pero no quiero despertar
No puedes romper mi espíritu - mis sueños te llevas.
Y según avance el tiempo, recuérdame,
recuerda todo lo que llegamos a ser.
Te he visto llorar, te he visto sonreír.
Te miraba mientras dormías.
Gustosamente sería el padre de tu hijo.
Estaría toda la vida contigo.
Conozco tus miedos y sé que eres mía.
Tuvimos nuestras dudas pero ahora estamos bien,
y te amo, te prometo que es así.
No puedo vivir sin ti.
Adiós mi amor,
adiós mi amiga.
Has sido la única
Has sido la única para mi.
Y aún sostengo tus manos en las mías,
en mis manos al dormir.
Y con el tiempo sostendré mi alma
cuando me arrodillo a tus pies.
Adiós mi amor,
adiós mi amiga.
Has sido la única
Has sido la única para mi.
Estoy tan destrozado, amor, estoy tan hundido.
Estoy tan, pero tan... destrozado.
J e t o u c h e T a B o u c h e
“Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua”